En el municipio de Cochabamba se observan distintos estilos de arquitectura como el clásico, republicano y ecléctico, sobre todo, en el centro de la ciudad.
En 1830, Cochabamba presenta un paisaje aldeano rodeado de extensos arrabales donde lo urbano y lo rural se fusionan. Las edificaciones eran de planta baja, las calles de un trazo regular continuando el damero hispano y donde se imponen la Plaza de Armas y San Sebastián, además de unos pocos templos de arquitectura colonial.
En la Cochabamba de fines del siglo XIX, se da un panorama algo diferente, ya que el estilo urbano colonial se densifica más, donde se aprecia las casas de dos pisos. Además, se construye la Plaza Colón y la Alameda o Paseo del Prado, también el Teatro Achá que expresa un estilo republicano que trata de dar un aire citadino donde la nobleza criolla luzca sus galas. La Plaza de Armas, posteriormente denominada 14 de septiembre, también adquiere una imagen neoclásica y un obelisco que simboliza los valores cívicos y libertarios.
En el siglo XX, Cochabamba se ajustó a la nueva sociedad de los hacendados y a la vida aldeana con las innovaciones.
Aquí es donde se expande la ciudad, se da la transformación de los suburbios en barrios urbanos, los funcionarios municipales ya pensaron en un “plano regulador” en 1898 con el fin de embellecer y modernizar los paseos y los edificios públicos que reordenar drásticamente la funcionalidad urbana.
Es en este siglo que se va modificando su estilo de vida al ritmo de las modas que se impone en Europa.
Las clases sociales, al término de la guerra con el Paraguay en 1937, hubo un cambio radical cuando se transformaron las aldeas en ciudades, es decir, los migrantes se trasladaron a los centros urbanos. Mineros, comerciantes, industriales, empleados de gobierno, etc., empezaron a comprar lotes urbanos y fundos rústicos pagando precios enormes; y de esta manera comenzaron a construir edificios sin medir las consecuencias.
En los años 40, la ciudad se extiende a los cuatro puntos cardinales.
La ideología de la modernidad que programa y ejecuta las obras públicas reposa sobre una base económica no capitalista. Por tanto, la transformación de la aldea colonial en ciudad es el resultado esencialmente de la renovación de un viejo ropaje y la adopción de una nueva vestimenta urbana.
En Cochabamba existen alrededor de 350 edificios con valor histórico y arquitectónico, que fueron identificados y tipificados.
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